MÉXICO Y COLOMBIA ESTADOS QUE VIOLENTAN Y CRIMINALIZAN A LOS JÓVENES
La Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, Ecuador, saluda la realización del Foro Internacional contra la Militarización y la Violencia, reciban pues, un cordial y fraterno saludo a todos sus asistentes.
Nosotros, surgimos como organización a raíz del asesinato de cuatro de nuestros hijos a manos del ejército colombiano, obedeciendo las órdenes del en aquel entonces presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, quien en ocho años de gobierno construyó un modelo de violencia y opresión para el pueblo colombiano llamado “Seguridad Democrática”, que nos es otra cosa que la construcción de un Estado terrorista bajo los mandatos del imperio norteamericano y, que actualmente se ha convertido en un modelo a seguir por parte de otros gobiernos criminales como lo es el mexicano.
La madrugada del 1° de marzo de 2008 fue un duró despertar para nuestros hijos, Verónica Velázquez Ramírez, Soren Avilés Ángeles, Juan González del Castillo, Fernando Franco Delgado y Lucía Morett Álvarez, jóvenes estudiantes mexicanos que se encontraban durmiendo en un campamento de la guerrilla colombiana de las FARC-EP ubicado en la región de Sucumbíos, Ecuador, ellos acudieron a dicho lugar al ser invitados para conocer los problemas políticos y sociales que enfrenta América Latina, sensibles ellos al dolor que ha padecido durante más de seis décadas el pueblo colombiano y, con la intención de poder recopilar información y realizar entrevistas para poder elaborar sus tesis de licenciatura enfocadas en temas Latinoamericanos.
El 1° de marzo de 2008 también fue un duro despertar para nosotros, al conocer que cuatro de nuestros hijos, Verónica, Soren, Juan y Fernando habían sido asesinados en un criminal bombardeo y, que Lucía, se encontraba herida sufriendo constantes amenazas y hostigamiento de quienes habían intentado asesinarla.
El 1° de marzo de 2008 es la fecha más terrible de nuestras vidas, pero a más de dos años y medio de esos hechos, aprendimos también que esa fecha serviría para ser nuestro despertar político en la lucha por nuestros hijos, del gran dolor que significa su pérdida, hemos tomado fuerzas para luchar por reivindicar su memoria y no permitir que se les siga criminalizando aún muertos, es para nosotros un compromiso lograr justicia y llevar a sus asesinos ante cortes internacionales para que sean juzgados por todos los crímenes que han cometido, incluyendo la masacre de Sucumbíos, pero también, es una necesidad lograr la libertad y tranquilidad para Lucía Morett, quien al día de hoy no puede hacer una vida pública ante la constante amenaza de ser extradita a Colombia acusada falsamente de “terrorismo internacional”.
Al mismo tiempo, hemos asumido nuestra lucha como un referente para que todos aquellos Padres y Madres que han perdido a un hijo a manos de la violencia que ejecutan y/o generan los Estados, puedan tomar valor y luchar por verdad y justicia, pero también, para evitar que se mancille la memoria de sus hijos acusándolos falsamente de ser terroristas, narcotraficantes, de ser pandilleros, de vestir provocativamente para intentar justificar con mentiras y calumnias su asesinato, en vez de que sean los Estados mismos los que provean el acceso a la justicia y garanticen que ningún joven, que ningún estudiante sea asesinado por motivos políticos, por tener una idea diferente, por ser solidarios, por ser pobres.
Para nosotros como Asociación nos resulta sumamente preocupante el observar como el Estado mexicano se asemeja a cada instante al Estado colombiano, un Estado que violenta en todo momento los Derechos Humanos, garantías y libertades de su pueblo. El Estado mexicano se ha enfocado en destinar la mayor
cantidad de sus recursos en comprar armamento con el único fin de militarizar las calles y la vida civil, infundiendo el miedo y horror ante una violencia desatada y cuyo origen parte del Estado mismo, le apuestan a la guerra en vez de ser quienes garanticen el acceso a la educación pública, gratuita y de calidad a todos los jóvenes y a todos aquellos que deseen estudiar, México, un Estado que prefiere criminalizar a la juventud en vez de abrir espacios para su correcto desarrollo humano y social, un Estado que limita las posibilidades de un empleo digno y capaz de solventar las más básicas necesidades para el desarrollo humano, un Estado que prefiere entablar una guerra contra el pueblo en lugar de garantizarle sus Derechos Humanos.
Pero la similitud entre México y Colombia es aún más preocupante cuando hemos observado en los últimos acontecimientos, el accionar de grupos paramilitares realizando limpiezas sociales muy al estilo de los procedimientos de los paramilitares colombianos, no es común que un personaje como Álvaro Uribe Vélez acusado de fomentar el narcotráfico y a los grupos paramilitares en Colombia, sea uno de los más estimados amigos de Felipe Calderón, no es coincidencia que día a día aumente la presencia en nuestro país de asesores colombianos en temas de seguridad y combate al narcotráfico, cuando en ese país sudamericano la violencia y el cultivo y tráfico de drogas no ha disminuido en lo más mínimo durante los ochos años del gobierno uribista y del período del actual gobierno de Juan Manuel Santos, por el contrario ha tenido un aumento exponencial.
¿Cómo es posible que el principal responsable de la masacre de Sucumbíos, del asesinato de nuestros hijos sea recibido en nuestro país con grandes honores? cuando debería ser el gobierno de México quien pida cuentas a Uribe por la masacre de nuestros hijos, el gobierno mexicano es quien debe promover en Cortes Internacionales un juicio contra Uribe en busca de justicia, debe de ser quien proteja a Lucía Morett por mandato constitucional, pero al contrario de su deber, el Estado mexicano se mueve por intereses conservadores y se alía a un personaje criminal como el ex-presidente de Colombia y convierte al actual Juan Manuel Santos en aliado estratégico en la región en su lucha en contra de la liberación de los pueblos latinoamericanos. Recordemos también que el actual mandatario colombiano era en aquel 1° de marzo, Secretario de la Defensa y es junto a Uribe de los principales responsables de la masacre de Sucumbíos.
México y Colombia, dos pueblos hermanos que hoy son azotados por una violencia consecuencia de la ineficiencia y soberbia de sus clases dirigentes, Estados que asesinan a su juventud, que asesinan a la esperanza de cambio en América Latina, así como en nuestro país han sido asesinados cientos, miles de jóvenes dentro de una estrategia de agresiones al pueblo, en Colombia se dan hechos similares bajo los denominados “falsos positivos” jóvenes, niños en algunos casos, que son asesinados por el ejército, en ocasiones con ayuda de los paramilitares, y son mostrados a la opinión pública como guerrilleros, como terroristas muertos en combate con el único motivo de obtener estímulos económicos a quien presente los cuerpos.
México y Colombia, dos Estados que se han erigido como los más violentos y agresivos contra su pueblo, dos Estados que no garantizan los Derechos Humanos de su población y, por el contrario violentan los más mínimos derechos de los hombres, como lo es el derecho a la vida. Es pues momento en que todos aquellos que hemos padecido el dolor de perder un hijo asesinado, un familiar un amigo a causa de esa violencia oficial nos unamos en una gran campaña para exigir que cesen los crímenes en contra del pueblo de México, del pueblo latinoamericano, en contra de los jóvenes, es tiempo de demostrar que podemos ser capaces de construir lazos en busca de justicia y de evitar la impunidad vil de los criminales, ya que al luchar por justicia para nuestros muertos construimos un camino de certeza para evitar que sigan asesinando a nuestra esperanza, los jóvenes.
Sea pues, este Foro un esfuerzo para sentar las bases en la búsqueda de justicia, para evitar que nos sigan arrebatando la vida de nuestros estudiantes, de nuestros jóvenes, de nuestro pueblo, no permitamos que el terrorismo de Estado se apodere de México y nos convirtamos en un nuevo experimento de violencia social, no dejemos que nuestra vida pública y privada sea marcada por la militarización.
México requiere un gran cambio de rumbo, nosotros creemos firmemente que éste es posible si comenzamos a luchar en contra de la impunidad, y comenzamos a unirnos para fortalecernos y lograr Justicia.
Ciudad Juárez, Chihuahua, México a 30 de Octubre de 2010.
ASOCIACIÓN DE PADRES Y FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS DE SUCUMBÍOS, ECUADOR
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