POBREZA
Me estás asesinando,
apenas si me das
algún que otro respiro.
Pobreza, eres terrible
y temible y horrible,
y amarga y limitante.
Corta sueños y alas
eres sin más pobreza
y eres supercanalla
y archicabrona y triste.
Eres canija y fea
y mala madre.
Eres eso y lo otro y mucho más
y también mucho menos.
En ti no hay nada espléndido.
Contigo no es posible
ir a ninguna parte
sino a la gris miseria
que todo lo envilece
y al total despojo
de aquellas doradas ilusiones
que alguna vez acariciaron
nuestra lejana infancia.
Maldita seas, pobreza.
Maldita, sí, maldita seas por siempre,
por lo que yo renuncio
ahora y aquí al reino de los cielos,
a ese reino que dicen los hipócritas
que es el reino, gran burla, de los pobres.
JUAN CERVERA SANCHIS
México D. F., 26 Septiembre 2010
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