domingo, 14 de julio de 2013

BARACK OBAMA: SUPERESTRELLA


Por General de División DEM Retirado Roberto Badillo Martínez

Desde que Barack Hussein Obama empezó a salir en la prensa y la televisión mundial, hace como diez años, como Senador de Estados Unidos, no me engañó.
Pensé, desde entonces, que la mafia política yankee, la que no tiene amigos, la que no tiene patria, la que no representa a su pueblo (el estadounidense) lo estaba preparando para la presidencia. No me equivoqué
Obama sería el “nuevo Kennedy”. Kennedy (y su familia) con su extraordinario carisma, católico, líder natural, de familia de un pequeño país europeo, Irlanda, más bien despreciado (a pesar de sus aportes a la cultura yankee) en la historia de ese país, extremadamente católico, (quizá de ahí su desprecio). Kennedy en fin, como representante, del máximo icono de Estados Unidos, “el sueño americano”, tan cacareado por los medios de comunicación estadounidenses, que han sido el reflejo del dominio, sobre los políticos estadounidenses. Kennedy fue asesinado, por los mismos políticos que los ayudaron a llegar a la presidencia en Estados Unidos; claro que Kennedy, ya en la presidencia, se negó a se un simple “ejecutor” de órdenes de los políticos y mercaderes yanquis, del Complejo Militar Industrial de los Estados Unidos. De ahí su muerte.
El caso de Obama es diferente. El es simple ejecutor de las órdenes de esos seres “desalmados” masones de Estados Unidos; en Charleston, Nueva York, (y sus bolsas especulativas) Filadelfia y Nueva Orleans que desde la sombra imponen sus decisiones en el mundo.
Obama si cumple con el guión, aunque inicialmente se “rebeló”, les dijo a los banqueros: “si quieren pelea la tendrán”.
Hoy en cambio ya perfectamente bien adiestrado, sólo acude para la foto.
En efecto, Obama solo en la celda de Nelson Mandela en Sudáfrica. La foto de Obama solo también en el autobús de Martin Luther King. Naturalmente que los “pie” de foto no dicen que el imperio gringo, jamás apoyó a Mandela, mientras estuvo veintisiete años preso por el racista gobierno sudafricano.
Claro que el pie de foto nada dice del racismo del gobierno estadounidense, aún de nuestros días, al aplicar a nuestros paisanos leyes de esa naturaleza en varios estados.
Aún en nuestros días y siendo ciudadanos estadounidenses por haber nacido allá, (además en territorio que nos arrebataron) son expulsados de ese país.
Obama en Berlin, engañando a los berlineses.
En fin, Obama posando para la foto, en cualquier lugar de Estados Unidos o del mundo, cumpliendo al pie de la letra lo que la mafia política masónica y mediática yankee, le dicta. Solo así le permitieron terminar su primer mandato; solo así (cumpliendo sus fines) le permitieron su reelección. Solo aplicando los guiones (políticas de corto y mediano plazo) como por ejemplo, expulsar a más de doscientos mil mexicanos en su mandato (hasta otoño del 2013) ha podido “seguir gobernando el imperio”.
Ha sido entonces bien aprovechada su negritud, para que el mundo sepa que en USA, no solo no hay racismo, sino que se le permite a una persona de su origen, llegar a la presidencia. Obama entonces, cumpliendo el rol que se le asigna es desde ese punto de vista un triunfador. Ha cumplido sus sueños, aunque tergiversados por quienes mandan.
Como digo, a mi no me engañó.
En mi libro El Complejo Militar Industrial de Estados Unidos, relato porque no me engañó y sí lo hizo con los medios de comunicación mundiales en especial de Europa y América. A cinco años de su primera elección Obama ha servido bien a la mafia política yankee, que le escribe el guión de sus actuaciones.
Así inicialmente llegó a la Universidad del Cairo a pisotear la historia de los pueblos árabes y musulmanes. Y últimamente en México ha pisoteado y ensuciado nuestra historia, ( y eso siendo el mayor expulsador de mexicanos) al arribar al Museo Nacional de Antropología e Historia, obra esplendorosa de Adolfo López Mateos y de Jaime Torres Bodet, digna de los pueblos que han habitado ancestralmente nuestro país, al hablar con estudiantes, a los que ninguna revista, televisión, u otro medio identificó. No supimos quiénes se prestaron a ser invitados para montarle un escenario a Barack Obama, el mayor expulsador de mexicanos, en lo más representativo de la mexicanidad: el Museo Nacional de Antropología, obra directa del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. El Museo Nacional de Antropología e Historia a unos pasos de su alojamiento.
Y si Obama es presentado como un presidente moderno, intelectual, abierto a toda ideología, (se entrevistó junto con su esposa con el Papa Benedicto XVI en su viaje a Roma) no engaña sin embargo a nadie en el mundo árabe, africano o asiático. En efecto, su discurso en la Universidad del Cairo no tuvo la trascendencia en esa área del mundo que quisieron darle los medios de comunicación estadounidenses. Precisamente después de su discurso llegaron a esa zona las primaveras árabes, liberalizadoras de pueblos con saldo de miles de muertos.
Lo que he asentado en los libros El Complejo Militar Industrial, El libro verde de las Fuerzas Armadas, y La crisis sigue, los banqueros responsables, está actualmente cumpliéndose, lo que demuestra que en efecto Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses.
Como se sabe, Estados Unidos tiene en sus servicios de información dieciséis agencias en todo el mundo, las más visibles: la CIA, la DEA, el FBI y la Agencia Nacional de Seguridad; con ello tienen la capacidad para desestabilizar países prácticamente indefensos como son la mayoría de los países latinoamericanos, muchos asiáticos y todos los africanos. Recuérdese que George W. Bush estableció en la parte final de su mandato en África un comando militar estratégico del Pentágono.
Además de esas agencias citadas, todas las fuerzas armadas por separado, es decir Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Guardia Nacional, tienen servicios de información propios. Como también los tiene la Secretaría de Seguridad. Todas esas agencias trabajando en forma conjunta, con miles de agentes desparramados por todo el mundo, junto con la banca mundial que da los créditos, tienen la capacidad para desestabilizar y destrozar a gobiernos que ni siquiera saben desde donde le llegan los ataques; y ello puede ser con fuerzas militares, como en el caso de Libia con resolucíón aprobada por el Consejo de Seguridad, o como en Siria, sin la aprobación del Consejo de Seguridad, porque Rusia y China se han opuesto; sin embargo, y ante el empleo abierto como política de Estado del envío de armas a los rebeldes sirios efectuado por lo menos por Estados Unidos, Inglaterra y Francia, intervienen brutalmente, aún sin la aprobación de la ONU estas tres potencias contra un pequeño país del Medio Oriente; eso no es nuevo, en la Revolución Mexicana apoyó con armas y pertrechos militares a todos los rebeldes al régimen militar de Porfirio Díaz, y después de la salida del presidente Díaz a Europa, a todos las bandas que peleaban entre sí por el poder.
Ese es el papel histórico de Estados Unidos: desestabilizar países.
¿Quién iba a pensar en 1947 al crearse la ONU que iba a llegar a ser una institución militarista e intervencionista? Interviniendo además en países pobres con grandes recursos estratégicos, porque la desestabilización de un país tiene muchas consecuencias, en primer lugar después de la desestabilización y destrucción de las estructuras del país, viene la reorganización política y económica del país desestabilizado, y es aquí donde Estados Unidos e Inglaterra ponen a sus incondicionales, muchos procedentes de sus universidades, como Pakistán y México, y luego en la reconstrucción sus empresas participan activamente explotando los recursos energéticos principalmente de esos países. Participan también como contratistas del Pentágono decenas de compañías de todo tipo. De hecho el recurso monetario en dólares, que el gobierno yankee invierte en los países desestabilizados e intervenidos, va a servir para pagar a las empresas que trabajan en coordinación con el Pentágono. Así ha sido en los últimos años en Irak, en Afganistán, en Yemen y en Libia.
Colateralmente a esto hay dos consecuencias más gravísimas para el país intervenido, seleccionado por la mafia estadounidense para desestabilizarlo, y esas son: la apropiación de bienes culturales, como en Irak y en Egipto. Esta agresión a los pueblos, es callada deliberadamente por los medios de comunicación a la opinión pública de Estados Unidos y del mundo. Hay que decir que solo en Irak los museos del país, de los más antiguos del mundo, con obras de arte milenarias, fueron arrasados con el robo de más de diez mil obras de arte de las culturas establecidas en las orillas de los ríos Tigris y Éufrates. La ONU que tanto se ocupa por declarar a una ciudad o a un sitio Patrimonio de la Humanidad, en este caso permanece calladita. No se dan cuenta sus representantes del robo de miles de obras de arte.
Las obras de arte en México, deben tener oficialmente a responsables de su seguridad y cuidado. Eso es lo que debe hacer la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional de Antropología e Historia; es una tarea gigantesca, pero debe organizarse un catálogo de responsables de museos y obras de arte en todo el territorio nacional, en coordinación con las autoridades de los estados de la república.
Las intervenciones militares estadounidenses y británicas tienen una consecuencia grave para la historia y el pueblo del país invadido: la pérdida de su historia y de su cultura mediante el robo organizado de sus obras de arte.
Desde luego que ese robo no lo cometen las tropas invasoras, estos les proporcionan a los elementos saqueadores, seguridad y que participen en ello; el robo lo comenten equipos u organizaciones que saben lo que tienen que robar, conocen las piezas más valiosas que tienen los museos para ser robadas. Eso es un crimen contra la cultura de los pueblos que la ONU, cómplice de los invasores, calla.
México, como país riquísimo en obras de arte de miles de años, debe tomar en cuenta esa actividad de los invasores Yankees y británicos, y debe tomar medidas extraordinarias para el sellamiento en caso necesario de sus museos y el cuidado por personas debidamente preparadas para ello; tomando en cuenta que la dupla yankee-británica, no ha dejado de ser, a pesar del surgimiento de China, militarista, guerrerista e intervencionista en todo el mundo. Porque hay que considerar que las obras de arte no solo se encuentran en museos, así construidos, promocionados y reconocidos, sino en Iglesias, Basílicas, edificios gubernamentales, etc. Ello, la dispersión de las obras de arte, en todos los países facilita el saqueo a los invasores, porque los pueblos y países del mundo no imaginan siquiera que en pleno siglo XX y XXI pueda haber países que organizadamente llevan a cabo el saqueo de obras de arte atrás por sus tropas invasoras.
En Egipto hubo también saqueos, junto con la primavera árabe de piezas y obras de arte importantes. Fueron detenidos unos estadounidenses y sus cómplices egipcios. Incluso unas piezas llegaron a la frontera mexicana para ser pasadas a los Estados Unidos. A los detenidos en Egipto se les inició un proceso, pero luego vino el silencio. Cuando el silencio llega como en este caso es que las potencias invasoras ejercen una poderosa influencia en los gobiernos invadidos, o puestos por ellos, quienes ávidos de volver a la normalidad a su país, obedecen y aceptan todas las instrucciones y las consignas de los países invasores.
En el verano del 2013, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente ruso Vladimir Putin, interrumpieron sus discursos en un acto cultural en Leningrado, Rusia; porque la canciller plantearía una vez más a Rusia la devolución de miles de obras de arte robadas por los soviéticos durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Alemania en esa guerra fue despojada no solo de su industria civil y militar y de sus patentes, sino también de mucho de su patrimonio artístico y cultural, que además fue arrasado y quemado por el ataque indiscriminado a sus ciudades principales por órdenes de Winston Churchill, apoyado por Franklin Delano Roosevelt y José Stalin. Winston Churchill, con su mariscal Arthur Harris, piloto aviador de la Fuerza Aérea Inglesa, estableció al día siguiente de que tomó el poder, una política de bombardeo masivo contra la población civil, a fin de terminar con la moral y espíritu de lucha del pueblo, lo que desde luego no logró ni aún derrotada Alemania; pero ello hizo que Alemania tuviera más de diez millones de muertos, la mayoría civiles, tanto a consecuencia de los bombardeos masivos, como en cientos de campos de concentración establecidos por David Eisenhower al final de la guerra. Esto está perfectamente documentado por historiadores que independientemente de sus gobiernos han hecho investigaciones después de la Segunda Guerra Mundial.
De manera que las obras de arte establecidas en museos, instituciones gubernamentales, edificios de gobierno o civiles, universidades e incluso en áreas particulares, deben de cuidarse para que no se los lleven en pleno siglo XXI las tropas invasoras de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Hay que considerar que esas obras de arte pueden ser escondidas o estar en sueños profundos durante cientos de años, y que la mafia gubernamental, militar, económica y de la cultura es la misma que controla las grandes casas vendedoras de obras de arte, mediante el procedimiento lucrativo de “quién da más”. Esas obras de arte pueden venderse en el siglo XXII o XXIII, cuando el ya el largo invernadero de las mismas, haya logrado olvidar su recuerdo, incluso en los países expoliados.
Todo queda en la mafia masónica de primera categoría de los imperios británico y estadounidense. De esto los lamentables masones de tercera categoría mexicanos, ni siquiera se dan cuenta. Si se dieran cuenta reaccionarían antes que como masones, como mexicanos. Por ello he sostenido que para los imperios británico y yankee, promovedores de la “democracia a locas” junto con la ONU y sus organizaciones afines, entre más tontos e ignorantes sean los gobernantes de los países, más fácilmente serán explotados y expoliados. La última consecuencia de una desestabilización y de una intervención militar imperial, apoyada por la ONU, es la más grave: significa la muerte de cientos de miles de personas inocentes, hombres, mujeres y niños, incluso mujeres embarazadas, que la invasión y agresión militar conlleva; lo que a su vez trae el destroncamiento de ciudades y pueblos por la salida de civiles. “Más de dos millones de personas fuera de su país en Irak,. Más de tres millones de desplazados internamente en Irak”.
Cuando esos civiles regresan a sus pueblos y aldeas todo está destruido y robado.
Eso es lo que han hecho los imperios estadounidense y británico en lo que va del XXI. Ya no voy a repasar esas guerras que se combinaron con “las guerras revolucionarias y libertadoras” empujadas por el imperio soviético después de la Segunda Guerra Mundial. En realidad los tres imperios estaban de acuerdo para mantener al mundo en ascuas; mantener la costosísima carrera armamentística, (más de diez mil armas nucleares solo en Estados Unidos y Rusia) y sobre todo saquear en ese ambiente de terror mundial, las materias primas estratégicas de los pueblos del mundo.
Claro que esto dígaselo usted a un comunista mexicano, fanático, cumplidor de órdenes y consignas y sectario y no lo comprenderá. Fueron engañados y continúan siéndolo por los medios de comunicación controlados desde Estados Unidos.
En ese mundo se mueve Barack Obama, el presidente moderno, joven e intelectual, hecho por la mafia masónica estadounidense; en ese mundo militarista, de los servicios de información, intervencionista y guerrerista, causantes de tragedias en pueblos pobres, y que no respetan a países amigos, aliados y cómplices, se mueve Barack Obama. Él mismo autoriza periódicamente desde la Casa Blanca los ataques con drones, aviones sin piloto, que matan indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños.
¿Se da cuenta de esto el político actual de cualquier parte del mundo? Lo dudo. Y ese es también el ambiente en que han actuado otros presidentes estadounidenses, totalmente o formando parte de la mafia masónica de ese país. Doce años de presidencia de Estados Unidos en manos de George Bush; ¿quién no conoce quiénes son los Bush, incluyendo al padre de George Bush, abuelo de George W, Bush? Quien no lo sepa entonces que no se dedique a la política; no podrá en ningún momento defender a su pueblo.
La política es la más seria actividad que un ser humano puede desarrollar, porque en ella y con ella, puede afectar positiva o negativamente a millones de sus compatriotas. Ninguna otra actividad de la humanidad cumple esa función, por eso es la más importante. Por ello, degradarla, aceptando que se dediquen a ella tontos útiles es tan importante para la “democracia a locas” promovida por el imperio yankee, que les asegura el éxito en sus intervenciones militares en todo el mundo.
Y si nos vamos un poco atrás en las presidencias estadounidenses, solo a fines del siglo XX es el mismo esquema: llegan a la misma, “nuevas caras”, preparadas, dirigidas o telemáticamente guiadas por la mafia masónica yankee para servirse de ellas. Quien se sale del esquema como John Kennedy no termina su mandato, y mueren o se accidentan no solo el presidente sino varios de sus familiares. Los Clinton ocho años en la presidencia, cuatro años en la Secretaria de Estado, son los mismos desde el partido demócrata que los Bush, desde el partido republicano. Así que no hay duda de que Barak Obama solo sirve a la mafia estadounidense.
Repito, Barack Obama no me engañó.

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